El Ayuntamiento de Barcelona condenado a indemnizar a una familia por los ruidos excesivos de una residencia de ancianos

TSJ CATALUÑA, SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO, SENTENCIA 16 ENERO 2020

Aunque no mantuvo una conducta pasiva ante la denuncia inicial, las medidas correctoras adoptadas fueron claramente insuficientes, lo que abocó a los vecinos a soportar por un largo periodo de tiempo un exceso de ruido derivado de la actividad desarrollada en la residencia.

 

TSJ Cataluña, Sala de lo Contencioso-administrativo, Sentencia 86/2020, 16 Ene. Rec. 179/2017

21.000 euros es la suma que como indemnización reconoce el Tribunal a un matrimonio y a su hija menor, por los ruidos y molestias que tuvieron que soportar procedentes de una residencia de ancianos cercana a su domicilio.

Si bien el Ayuntamiento de Barcelona no mantuvo una conducta pasiva ante la inicial denuncia, las medidas correctoras adoptadas fueron claramente insuficientes, lo que abocó a los recurrentes a tener que soportar por un largo periodo de tiempo un exceso de ruido derivado de la actividad desarrollada en la residencia de ancianos.

El exceso de ruido ha quedado probado por las mediciones sonométricas, cuyo resultado no resulta atribuible a los propios vecinos, sin que conste que éstos se opusieran personalmente o pusiesen obstáculo alguno a ninguna medición sonométrica,

La pericial forense revela que el recurrente sufrió un trastorno adaptativo mixto y trastorno de ansiedad generalizado obedeciendo el primero a diversos factores estresantes, entre ellos los ruidos que surgían de la residencia geriátrica, pero se afirma que este trastorno era previo y propio de su personalidad, en tanto que la falta de descanso puede producir una sintomatología de ansiedad pero no una patología. Por su parte, a la recurrente se le unió a la perdida de trabajo, la falta de ingresos, y la pérdida de un piso, y si bien un ruido de las características descritas puede causar molestias resultaría insuficiente para desencadenar una patología.

En definitiva, las emisiones sonoras incidieron, cuando menos, como causa coadyuvante en un proceso previo, patológico y reactivo en la mujer, y solo reactivo en el hombre, reconociendo también indemnización a favor de la hija menor.

Por último, descarta la sentencia por falta de prueba la relación causal entre el ruido y un aborto sufrido por la recurrente.